El Registro de la Propiedad es una institución del Estado donde se inscriben las inmuebles para saber quién es el propietario y los derechos y cargas que recaen sobre cada propiedad. Su finalidad es dar seguridad a las operaciones que se realizan en el mercado inmobiliario, ya que al estar registradas se da como cierto lo que dice el Registro. No da la titularidad, pero sí la hace pública.
¿Qué fines cumple el Registro de la Propiedad?
En el Registro de la Propiedad se inscriben las escrituras de compraventa de las viviendas y demás inmuebles realizadas ante notario, pero también se pueden registrar los documentos privados. Además de la adquisición de los inmuebles se inscriben los derechos reales que recaen sobre ellos, como la hipoteca o las servidumbres, y también las resoluciones judiciales o administrativas como los embargos.
La inscripción de los inmuebles en el Registro es voluntaria, pero al inscribirlos se obtiene mayor seguridad jurídica en las operaciones. Estas inscripciones se caracterizan porque no tienen plazo de duración, lo que significa que no hay necesidad de renovarlas. A diferencia del Catastro, donde la inscripción es obligatoria y gratuita, inscribir una propiedad en el Registro tiene un coste que varía según el valor del inmueble, su ubicación y características.
¿Qué información da el Registro?
La información del Registro es pública, pero solo se facilita a quien tiene interés legítimo en saber la situación de una finca concreta y es el registrador quien debe decidirlo. Esta información se obtiene de dos formas: a través de una nota simple o de una certificación. Ambas contienen la descripción de la finca, la titularidad y las cargas si las tiene. La diferencia es que la nota simple es solo informativa, mientras que la certificación está firmada por el registrador.
Además, desde la ley 13/2015, la descripción de las fincas va acompañada de una representación gráfica georreferenciada de la parcela, al establecerse una coordinación entre el catastro y el Registro de la Propiedad. La finalidad es dar mayor seguridad a los datos de ubicación, delimitación y superficie de las fincas.
¿Por qué es conveniente inscribir en el Registro?
Al inscribir las propiedades en el Registro se reconoce la titularidad y, por tanto, al ser los propietarios de la vivienda podemos venderla o hipotecarla . Por el contrario, si cuando se compra la vivienda no se inscribe en el Registro será más difícil venderla porque no hay seguridad sobre quién es el propietario.
En el caso de la hipoteca, es obligada su inscripción en el Registro de la Propiedad, según el artículo 1875 del Código Civil, para que sea válida. Si la vivienda que se quiere hipotecar no estuviera inscrita en el Registro de la Propiedad, no se puede constituir una hipoteca sobre la misma.