Hace unos días hablamos en el blog de los billetes y monedas defectuosas y de lo que tenemos que hacer si acaba uno dentro de nuestra cartera. En la entrada de hoy, vamos a seguir con el tema monedas y billetes, pero ahora explicando qué debemos de hacer en caso de que nos encontremos con uno falso.
Lo primero que debemos saber de las monedas y billetes falsos es que no se puede operar con ellos. A diferencia de los billetes y monedas defectuosos o deteriorados, los falsos no son moneda de curso legal. Un billete o una moneda falsos es lo mismo que un papel o un trozo de metal, tal cual, sin valor monetario alguno.
¿Cómo detectar un billete o moneda falsos?
Para evitar que nos den gato por liebre y que un billete falso acabe en nuestra cartera, podemos aplicar los consejos que el Banco de España sugiere para detectarlos, cogiendo un billete que sepamos que es auténtico y aplicando el método de toque, mire y gire:
Toque: el papel y la impresión en relieve.
Mire: la marca de agua, el motivo de coincidencia, el hilo de seguridad y el punteado.
Gire: para comprobar el parche holográfico (en los billetes de 50€, 100€, 200€ y 500€), la banda holográfica (billetes de 5€, 10€ y 20€), la tinta que cambia de color (billetes de 50€, 100€, 200€ y 500€) y la banda iridiscente (5€, 10€ y 20€).
Si aun así nos quedan dudas de la autenticidad del billete, antes de aceptarlo como pago por algún servicio o producto, o de intentar pagar con él, podemos pedir ayuda a un tercero:
Acudir al Banco de España o a sus sucursales.
Pedir ayuda en cualquier banco, caja o cooperativa de crédito.
Dirigirnos a una dependencia policial.
Enviar por correo certificado, al Departamento de Emisión y Caja del Banco de España, el billete, junto con nuestros datos personales y el número de la cuenta corriente donde deseamos que se nos abone el importe del billete. Ojo, este abono sólo se producirá si el billete resulta ser legítimo, en caso contrario, si es falso, será retenido y carecerá de cualquier valor.
Con las monedas, aunque no disponen de los mecanismos holográficos o de cambio de color, podemos fijarnos en los detalles de la estampación que llevan, con relieves de diferentes formas. Hay que tener especial cuidado con aquellas que son muy parecidas a las de euro pero que pertenecen a otro país de fuera de la UE, ya que puede que sean de tamaño, peso y colores similares, pero los dibujos estampados y, por supuesto, su valor, no tienen por qué coincidir. Por ejemplo, las monedas turcas no son falsas pero tienen un gran parecido con las de euro y pueden confundirse si no nos fijamos bien. Para muestra, un botón.
Como curiosidad sobre el tema, para evitar las falsificaciones de billetes, existen limitaciones en el software de ciertos aparatos (fotocopiadora, escáner, impresora) y en el software de edición de imágenes para ordenador. Hoy en día, la tecnología permite replicar cualquier documento con una calidad casi perfecta, así que el Grupo de Bancos Centrales de Disuasión de las Falsificaciones (Central Bank Counterfeit Deterrence Group), formado por 27 bancos centrales de todo el mundo, ha desarrollado el Sistema de Disuasión de las Falsificaciones (Counterfeit Deterrence System, CDS ), que impide que cualquier persona pueda usar un ordenador para procesar y reproducir imágenes de billetes protegidos. Este sistema ha sido incorporado de forma voluntaria por diversos fabricantes de aplicaciones y equipos informáticos.
¿Puedo pagar o me pueden pagar con un billete falso?
Rotundamente no. En ningún caso se debe admitir o usar en un pago un billete o moneda falso, ni aunque nos lo hayan “colado” a nosotros primero. La Ley considera ilegal su empleo en cualquier tipo de actividad económica (comercio, ingreso en el banco,…). Un billete o moneda falsos no son moneda de curso legal, sino papel o metal sin ningún valor monetario.
Cuando alguien nos pague algo en efectivo, debemos seguir los consejos del apartado anterior para asegurarnos de la autenticidad del billete o moneda. En caso de duda, se puede solicitar el pago con otros billetes o monedas diferentes; o con un medio de pago que pueda ser más seguro (tarjeta bancaria, transferencia); o acudir a una entidad bancaria próxima para que confirmen la autenticidad del billete o moneda.
En caso de que alguien nos quiera pagar con billetes o monedas falsos y nos parezca que puede estar actuando con mala fe, debemos poner el caso en conocimiento de las autoridades lo antes posible, para evitar que otras personas puedan ser víctimas de un engaño.