Trucos para ahorrar dinero mes a mes
Los trucos para ahorrar dinero funcionan. Lo dice la experiencia de millones de personas en todo el mundo que los utilizan para ahorrar dinero mes a mes. Además, existen razones fundadas para pensar que contribuyen a reforzar la cultura financiera y el consumo responsable en la gestión del día a día. Cómo empezar a ahorrar Lo ideal es que el hábito de ahorrar forme parte de la educación de los niños. Tienen que aprender cuándo, cuánto y cómo ahorrar y a valorar que, detrás de cada decisión, hay unas implicaciones.

Por ejemplo, puedes tener una conversación con ellos detrás de cada elección importante que tengáis en la familia. Intenta explicarles de forma simplificada a qué renuncias y qué pretendes obtener a cambio. Además, debes inculcarles un hábito de reflexión y disciplina.

En definitiva, se trata de que entiendan el valor de la planificación. Además, pasado un tiempo, puedes volver a hablar con ellos de los resultados. Intenta recordarles la primera conversación y que vean cómo el esfuerzo del ahorro puede producir sus frutos. Incluso cuando no se alcancen los objetivos, hay enseñanzas que ofrecer.  

Al mismo tiempo, hay unas decisiones de colocación del ahorro. Lo normal es que estas cobren importancia en la primera juventud. A medida que se van teniendo ingresos laborales, deben ir pensando en su vida completa. En general, el riesgo que pueden asumir es mayor en esos primeros años y va decreciendo con los años.

En cualquiera de los casos, el aprendizaje del ahorro debe ser eminentemente práctico. Los trucos los vas asimilando a medida que ahorras. No obstante, siempre es conveniente adquirir nuevos conocimientos financieros a lo largo de la vida y tener siempre cierto espíritu reflexivo.
Hacer aportaciones automáticas a principios de mes Puedes programar una aportación automática a cualquier alternativa de colocación del ahorro (planes de pensiones, depósitos, etcétera). Ese dinero que dejas apartado te procurará algunos ingresos (intereses, dividendos, rendimientos de cualquier tipo).

Además, consigues restar de tus gastos posibles una cantidad. Eso hace que, al programar el mes, seas más cuidadoso y te centres en las necesidades más básicas, en evitar el desperdicio y en buscar las mejores oportunidades para darte un capricho.
Cómo ahorrar dinero pensando en objetivos La motivación es fundamental en el trabajo, en los estudios, en la participación en actividades de ocio… y, por supuesto, también en el ahorro. Fijar un objetivo que te estimule ayuda a dar sentido a los esfuerzos.

Por otro lado, contribuye a dar una dimensión temporal a tus ahorros. Fijas el objetivo, ves cuánto tiempo dispones para lograrlo y, así, puedes distribuir el ahorro a lo largo de los meses o años. Todo es más proporcional y ordenado.

Ahorra en tus facturas límitando tu consumo
En algunos servicios, en especial los digitales, puedes establecer límites automáticos. Por ejemplo, tienes contratada una cifra de datos y, si superas el límite, configuras que no te la aumenten, sino que navegas a baja velocidad.

Estas iniciativas permiten dar mayor previsibilidad a los gastos en los que hay que medir consumos periódicamente. En caso de necesidad, puedes levantar los límites, pero marcarlos te sirve para analizar cuáles deben ser tus consumos normales.

Como medida de seguridad, también puedes limitar los gastos mensuales de tu tarjeta. No solo sirve para que tú no te pases en tus gastos mensuales con tu tarjeta, sino que también evita que, en caso de robo, los atacantes puedan gastar demasiado.

Afortunadamente, existen muchos controles que hacen que esta posibilidad sea rara. Puede suceder, por ejemplo, cuando cometes alguna imprudencia, como compartir el PIN con otras personas.
Vender cosas que no utilizas Está claro que es una fuente de ingresos. Aunque, con frecuencia, estos sean pequeños, esta actividad también sirve para aclarar tus ideas. Vas viendo lo que usas y lo que no, lo que se te queda viejo, lo que reclama un arreglo, aquello con lo que te equivocaste, etcétera.

Por tanto, no solo ganas un dinero, sino que, sobre todo, incrementas tus nociones de economía doméstica. Es como entrenar tus pertenencias para la ‘olimpiada’ del ahorro. Y lo que te sobra seguro que dejará espacio para incorporaciones cada vez mejor razonadas.
Privilegiar las compras de calidad en vez de lo barato no duradero El consumo duradero es algo parecido a una inversión. Pagas una cierta cantidad por algo y esperas obtener un uso ventajoso a lo largo del tiempo, a veces muchos años. Por tanto,  debes prestar cierta atención a la adquisición. Es algo así como cuando compras una casa y te informas antes de todos los detalles relacionados con ella.

La cuestión para saber cómo ahorrar dinero es que aprendiendo a determinar qué es lo que verdaderamente tiene calidad también estás adquiriendo destrezas como consumidor. Al fin y al cabo, ahorrar exige ser eficientes y, por tanto, lograr lo que quieres con el mínimo uso de recursos. Y cuántos vas a necesitar a lo largo del tiempo solo se aprende acostumbrándote a las compras informadas.

https://www.youtube.com/watch?v=t8swl3K0RkU Buscar un segundo trabajo Si lo encuentras y está bien retribuido, será un empujón decisivo para tus ahorros. No obstante, no siempre es fácil encontrar trabajo y, en ocasiones, una segunda ocupación puede interferir o ser incompatible con la primera.

En todo caso, mantenerte más atareado puede facilitar ahorrar en gastos de ocio, incluso cuando el segundo trabajo no es retribuido (voluntariado, por ejemplo). De todos modos, no olvides que ese tiempo no debes quitárselo a la gestión de las necesidades de tu familia y tu hogar. Ten en cuenta que esa dedicación suele ser una importante fuente de ahorro, ya que disminuye gastos imprevistos y aporta conocimiento y experiencia en la gestión del presupuesto.

En definitiva, aprender cómo ahorrar dinero te brinda oportunidades para mejorar tus decisiones cotidianas. Es algo más que un buen propósito, es un cambio cultural que fortalece la situación de la economía familiar. Decides mejor, eres más consciente de los sacrificios que te reclama el entorno y, además, acumulas una mejor posición financiera. Así lograrás cumplir de manera sencilla muchos de tus objetivos financieros.
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