Hasta hace poco, si querías reservar un vuelo, una mesa en un restaurante o una habitación de hotel, era prácticamente inevitable tener que dar los datos de tu tarjeta de crédito. Los establecimientos y proveedores de servicios exigían esta formalidad como una manera de garantizar el pago del servicio, y también para "cubrirse las espaldas" ante el surgimiento de problemas o desperfectos que requieran un cargo extra para el consumidor.
Este sistema presentaba numerosos agujeros en materia de seguridad, y además era frecuente motivo de pleitos por parte de clientes que denunciaban cargos por servicios no solicitados. La directiva europea PSD2, en vigor desde 2019, se aprobó para solucionar estas cuestiones. Aquí puedes informarte sobre la aplicación de esta normativa en ING.
Me piden el número de tarjeta para reservar un hotel o alquilar un coche, ¿es seguro?
Desde la puesta en funcionamiento de la ya mencionada directiva europea, es necesaria la doble autenticación del usuario antes de pasarle cargo alguno, por lo que el cliente tiene que confirmar su identidad por duplicado en todos y cada uno de los cobros que vayan a realizarse.
Ya no es suficiente con el envío de un SMS o código PIN al teléfono móvil del usuario, como antes de la nueva normativa. Ahora es necesario aplicar la llamada Autenticación Reforzada o SCA (Strong Customer Authentication), que consiste en la verificación de la conformidad mediante al menos dos de los siguientes filtros:
Un dato dentro del ámbito de conocimiento privado del usuario (PIN o contraseña)
Un elemento de su posesión (teléfono móvil o tarjeta)
Un factor de autenticación personal (huella digital, reconocimiento de voz)
Todas estas implementaciones han reforzado considerablemente la seguridad de las reservas online mediante tarjetas de crédito. De hecho, las disposiciones de la directiva en este sentido son tan estrictas que muchos establecimientos y compañías han tenido problemas para integrarlas en sus sistemas y motores de búsqueda.
¿Por qué me piden la tarjeta de crédito como garantía en hoteles o al alquilar un coche?
Las compañías que ponen esta condición para la reserva lo hacen para confirmar la validez de la misma. De otro modo, una persona podría realizar múltiples reservas sin tener intención de utilizarlas; o cancelarlas en el último momento. No es difícil imaginar el perjuicio que esto supondría para la empresa, que habría bloqueado la comercialización del servicio a cambio de nada.
Por otro lado, registrar el número de tarjeta de crédito del cliente permite disponer del mismo para poder hacer cargos extra en caso de que se produzcan robos, desperfectos o abusos del producto o servicio reservado. Si un cliente consume el contenido del mueble-bar de una habitación de hotel y se marcha sin pagar las bebidas, el número de tarjeta permite realizar el cobro correspondiente.
¿Por qué no suelen aceptar tarjetas prepago o virtuales en las reservas?
Las tarjetas prepago sólo permiten gastar el dinero que se haya ingresado en la misma tarjeta, por lo que muchos proveedores de servicios no lo consideran una garantía de solvencia suficiente para hacer frente al pago.
Por su parte, las tarjetas virtuales son, en esencia, tarjetas prepago sin formato físico, específicamente diseñadas para operar por internet. Por consiguiente, los motivos de la reticencia de las compañías a aceptarlas en las reservas son los mismos.
¿Cómo comprueba un hotel o empresa de alquiler de coches la veracidad de tu tarjeta de crédito?
Principalmente, a través de las siguientes vías:
Cargo de comprobación. Para asegurarse de que el medio de pago -la tarjeta de crédito, en este caso- es válida y solvente, el proveedor de servicios emite un pequeño cobro, normalmente de unos pocos céntimos, que se restituye al cliente una vez realizada la comprobación.
Bloqueo de una cantidad de dinero. El proveedor de servicios reserva una cantidad de dinero procedente de la línea de crédito a través de la cual se realizará el pago del servicio contratado. No es un cargo como tal y, por lo tanto, no genera intereses.
¿Qué consecuencias podría tener el bloqueo del depósito de garantía en mi cuenta?
Cuando se bloquea un montante monetario de la línea de crédito en concepto de reserva, esta cantidad queda "paralizada". No se ha cobrado, pero el usuario no puede disponer de ella y, por lo tanto, ve reducida su solvencia.
Por ejemplo, al reservar una estancia en un apartamento turístico, el propietario puede bloquear la cantidad equivalente a los gastos del inmueble y al lucro cesante que supone no poder alquilarla a otro inquilino. De este modo, si una vez hecha la reserva el usuario falta a su compromiso -no se presenta en el piso o se echa atrás en el último momento- el arrendador no se ve perjudicado.
Con la PSD2, ¿la tarjeta como garantía va a desaparecer?
La actual regulación prohíbe realizar cualquier tipo de cobro sin el consentimiento del titular de la tarjeta, por lo que los proveedores de servicios han tenido que adaptar sus herramientas online de reservas a la nueva normativa. Sistemas de reserva de coches, booking de alojamientos, compras en tiendas digitales… El usuario tiene que dar su conformidad a todo -y confirmar su identidad-, por lo que ahora los motores de búsqueda tienen que estar conectados a una pasarela de pago del banco emisor de la tarjeta.
Pero ¿en qué lugar queda el papel de la tarjeta de crédito como elemento de seguridad ante posibles daños, incumplimiento del acuerdo o consumiciones no abonadas? La solución a este problema se presenta en dos vías: o bien solicitar al usuario su consentimiento para cobrarle una cantidad en concepto de fianza, restituible si la reserva se cancela en plazo; o bien pedirle su conformidad para la realización de cobros futuros por determinados conceptos, sin que tenga que validarlos uno a uno.