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Declaración de la renta: ejemplo práctico explicado
Saber cómo hacer ladeclaración de la renta no solo es más sencillo de lo que parece, sino también un ejercicio práctico. Confirmar, sin más, el borrador puede no ser un buena idea, ya que puede haber errores u omisiones. No será mala inversión que dediques unos minutos a saber en qué consiste la mecánica del IRPF. Acabarás encontrando un sentido a cada casilla y te será más fácil consultar dudas y advertir equivocaciones.
    Pasos para hacer la declaración de la renta 
   Al hacer la declaración, debes dar los siguientes pasos:    Clasificar las rentas y ver las que debes declarar en este período, cuáles son de otros años y cuáles están exentas o no sujetas.  Cuantificar las rentas y los gastos deducibles para obtenerlas.  Integrar las rentas en las bases imponibles general y del ahorro.  Calcular el mínimo personal y familiar.  Practicar las reducciones en las bases imponibles para calcular las bases liquidables.  Pasar por las escalas de gravamen tanto las bases liquidables como el mínimo personal y familiar para calcular las cuotas íntegras estatal y autonómica.  Practicar las deducciones y bonificaciones en la cuota que correspondan para calcular la cuota líquida.  Después deberás realizar otros ajustes y deducciones, entre los que destaca el descuento de los pagos que ya has realizado a cuenta del impuesto: retenciones, pagos fraccionados e ingresos a cuenta.
    ¿Qué tributa y qué no en la declaración de la renta?
Lo primero es saber lo que tributa y lo que no. La idea general es que en la declaración entran todos tus ingresos del año anterior. No obstante, la ley te suele permitir que deduzcas los gastos necesarios para obtenerlos. Por ejemplo, si has cobrado rentas de alquiler de un piso, puedes desgravar determinados desembolsos necesarios para mantenerlo.Sin embargo, hay rentas que no se declaran. Estos son los motivos más frecuentes.  Exenciones.  No residir en España.  Criterios legales que imputan la renta a otro ejercicio.  Si la renta está gravada por otro impuesto español, lo habitual es que no se declare en el IRPF.  Supuestos en los que la propia ley considera que no has obtenido una renta.
    ¿Dónde hay que introducir las rentas en la declaración?
Una vez has clasificado tus rentas y sabes cuáles entran en la declaración de la renta de este ejercicio, deberás introducirlas en una de las siguientes bases imponibles:  En la general, entran las rentas más habituales: el sueldo, los alquileres cobrados, los rendimientos de tu negocio o actividad como autónomo, etcétera.  En la del ahorro, entran los intereses, dividendos, determinadas rentas procedentes de seguros y lo que ganas o pierdes al desprenderte de algún bien o derecho.No obstante, si te corresponden reducciones de la base imponible, no todas tus rentas tributarán. Las más frecuentes son las que te permiten no declarar una parte de tus ingresos del ejercicio por haber aportado a planes de pensiones. Al resultado de quitar las reducciones a la base imponible se le denomina base liquidable.
¿Qué es el mínimo personal y familiar?
Es una cantidad que no tributa porque se entiende que se destina a las necesidades básicas. Depende de tus circunstancias y de las de tu familia. ¿Qué indica la cuota íntegra?
Para saber lo que tienes que pagar, lo siguiente será calcular las cuotas íntegras. Son un punto intermedio antes de saber cuánto tendrás que pagar. Se obtienen dando los siguientes pasos: Tienes que pasar las bases liquidables general y del ahorro por las escalas estatales. Para ello, deberás ver en qué tramo estás. Por ejemplo, si tienes 25 000 euros de base imponible general, te sitúas en el tramo que va de 20 200 a 35 200. Si miras la escala, tienes una cuota de 2 112,75 por los primeros 20 200. Los otros 4 800 tributan al 15 %. Por tanto, por esos 4 800 tienes una cuota de 720. En total, suman 2 112,75 más 720, que son 2 832,75 euros. Ese mismo procedimiento deberás repetirlo cada vez que hayas de pasar una cantidad por una escala. También debes pasar el mínimo personal y familiar por la escala. Lo normal es que lo hagas en la general. Si tu mínimo personal y familiar es más elevado que la base general, lo que sobre se lo aplicas a la base del ahorro. Resta a las cuotas estatales que te correspondan por la base imponible general y del ahorro las cantidades que correspondan al mínimo personal y familiar. A continuación, suma los resultados de ambas restas. El resultado será la cuota íntegra estatal. Después, tendrás que repetir los pasos 1 a 3 con las cuotas autonómicas para calcular la cuota íntegra autonómica. Lo que difieren son las escalas que se aplican a la base liquidable general y a la parte que corresponda a esta del mínimo personal y familiar. En general, las escalas autonómicas son marcadas por leyes aprobadas por el parlamento o asamblea de tu comunidad.
Las deducciones en la cuota y la cuota líquida
Existen incentivos fiscales que te permiten pagar, si cumples los requisitos, menos impuestos de la cuota íntegra. Son las llamadas deducciones en la cuota. Las hay tanto estatales como autonómicas. Una vez restadas de la cuota íntegra obtienes la cuota líquida que coincide con frecuencia con la cantidad total que has de pagar a lo largo del tiempo en concepto del IRPF del ejercicio que se declara.
              En ocasiones, tienes que realizar algún ajuste procedente de otros años.Puede, por ejemplo, que no mantengas los requisitos para disfrutar de una deducción de otro período y tengas que pagarlo en este. Ese tipo de cantidades incrementa la cuota líquida. Los pagos a cuenta y la cuota diferencial                        Lo normal es que durante el año que se declara hayas pagado cantidades por IRPF, son los pagos a cuenta. Hay tres tipos:                                    Las retenciones son ingresadas en Hacienda por el pagador de la renta. Entre ellas, destacan las que te descuenta en tu nómina tu empleador.              Los pagos fraccionados que hacen la mayoría de los autónomos.              Los ingresos a cuenta, que funcionan de forma parecida a las retenciones, pero que se aplican en pagos en especie.                                    A partir de la cuota líquida, se estiman otras cuotas. La más destacada es la  cuota diferencial, que se calcula después de restados los pagos a cuenta. En algunos casos, hay deducciones adicionales y otros conceptos que restar para calcular el  resultado de la declaración. Esta última cifra es la que indica lo que has de pagar o te tienen que devolver.            Aprender cómo hacer la declaración de la renta te ayuda a entender cómo y por qué se tributa. Con ello, podrás tomar mejores decisiones para planificar tus impuestos y cumplir con tus obligaciones fiscales.           
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