Generalmente, la oferta que recibiremos nos resultará extraña. Acostumbrados como estamos a comparar salarios mensuales, nos ofrecerán una cantidad al año que, divida por doce, nos podrá parecer muy superior a lo esperado. ¿De verdad vamos a cobrar tanto? Pues probablemente no, fruto de un error muy común: confundir el
Hacienda realiza una serie de retenciones mensuales sobre el salario en función de nuestros ingresos (el IRPF) y, además, la empresa abona en la Seguridad Social la parte correspondiente para que el trabajador pueda acceder a servicios como la prestación por desempleo o la pensión futura de jubilación.
Estas retenciones y abonos ya están incluidos dentro de nuestro salario y aparecen reflejados en nuestra nómina . Cuando negociamos el sueldo que vamos a percibir, normalmente lo hacemos incluyendo todos estos pagos obligatorios o, dicho de otro modo,
Lo que ocurre es que, en realidad, de simple no tiene nada. El IRPF es un impuesto muy complejo
Por ejemplo, una persona nacida en 1985, soltera, con un sueldo bruto de 25.000 euros al año en 14 pagas, sin ascendientes ni descendientes a su cargo, percibirá un salario de 1388,07 euros al mes y dos pagas extras de 1.520,36.
Sin embargo, otra persona de la misma edad y con el mismo salario, pero casada y con un descendiente menor de 3 años a su cargo y otro mayor de 65, percibirá un salario mayor. Concretamente de 1.440,39 euros al mes más dos pagas extras de 1.572,68 euros.
Esta herramienta simula un sueldo bruto al cual se le aplican las retenciones establecidas por la Agencia Tributaria de acuerdo con la legislación vigente. No obstante, en algunas empresas o circunstancias, la empresa aplica retenciones diferentes sobre nuestro salario, mayores o menores, que pueden hacer que cobremos menos o más, respectivamente, cada mes.
Sin embargo, esto no quiere decir que vayamos a cobrar más dinero al año que otra persona a la que su empresa le está aplicando las retenciones de forma correcta, ya que tendremos que
En definitiva, convertir nuestro sueldo en cifras que podemos entender no tiene por qué ser una tarea difícil. Tan solo es necesario recurrir a las herramientas apropiadas para saber si la oferta que nos plantea una empresa es interesante para nosotros o no.