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Llevamos cinco meses con la inflación en negativo. Esto quiere decir que, con la misma renta que teníamos antes, podemos comprar más cantidad de bienes y servicios porque sus precios no suben. La mayor parte de nosotros percibimos unos precios más bajos y, por tanto, un mayor poder adquisitivo para consumir más.

Este comportamiento se explica por el efecto riqueza. Se trata de un fenómeno económico que trata de dar respuesta al cambio de comportamiento de consumo y ahorro que se produce como consecuencia de un aumento o una disminución de nuestra riqueza real. Esta puede producirse por un cambio en nuestra renta, en el nivel de precios e, incluso, en el valor de nuestro patrimonio.

Me siento rico; ¿consumo más?

Los consumidores basan sus decisiones de consumo no solo en la renta que poseen, sino en la percepción que tienen sobre su riqueza. Dicho de otro modo, una persona tenderá a consumir más no solo si le suben el sueldo, sino también si percibe sentirse más rico como consecuencia, por ejemplo, de un aumento en el valor de su vivienda.

Por tanto, a la hora de estudiar una decisión de gasto, el consumidor tiene en cuenta varias variables:

  • El importe que deberá desembolsar , que depende del precio del producto en un momento dado.
  • Su renta actual .
  • Y su patrimonio presente , calculado como la suma del valor de todos sus activos reales (casas, pisos, fincas, vehículos, etc), de todos sus activos financieros (depósitos a plazo fijo, fondos de inversión, acciones) menos la suma de sus pasivos (los préstamos y créditos que debe).

Cualquier variación en alguna o varias de estas variables provocará un cambio en nuestras decisiones de consumo y de ahorro,

Tengo el mismo dinero pero, aún así, consumo más, ¿por qué lo hago?

Evidentemente, un aumento de nuestra renta o una disminución en los precios de los productos tiene como consecuencia un aumento del consumo . Sin embargo, lo que no es tan evidente es tener el mismo comportamiento sin haber aflorado una plusvalía en nuestros activos financieros, sino ante una mera revalorización de los mismos.

En realidad, el aumento del consumo es una reacción un tanto psicológica. Un sentimiento que aporta cierta sensación de comodidad y seguridad en nuestra situación financiera , lo cual nos incita a consumir más. De hecho, existe una cierta correlación entre la cotización de las acciones en bolsa y las ventas minoristas, un indicador de la salud del consumo, tal y como se muestra en el siguiente gráfico:

ibex_ventasminoristas

 

Es decir, el efecto riqueza potencia el consumo en épocas alcistas y lo reduce en épocas bajistas. Nuestra sensación de tener más riqueza, y no simplemente medida en términos de un aumento del poder adquisitivo, es la razón por la que nos sentimos más cómodos a consumir.

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