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Si hubiese un puesto libre en tu empresa, ¿a quién recomendarías? Seguramente a una persona que conozcas bien y con la que ya hayas trabajado. Esto que parece tan lógico en el ámbito laboral puede no serlo tanto al invertir. Sin embargo, más de la mitad de los ahorradores repiten este mismo patrón de comportamiento.

Según un estudio realizado en Reino Unido , un 57% de los inversores prefieren los grandes nombres cuando se trata de acciones . El motivo es que son compañías con las que guardan cierta familiaridad porque llevan tiempo entre nosotros y nos hemos acostumbrado a escuchar sus nombres. Además, la alternativa de invertir en empresas de las que poco o nada sabes más allá del nombre no parece lo más atractivo.

Lo que deberías preguntarte es ¿cuánto sabes en realidad sobre las grandes empresas? ¿Serías capaz de explicar a qué se dedican de verdad sin atisbo de duda? Estar familiarizado con el nombre de una acción no quiere decir que realmente la conozcas, que entiendas su negocio o que sepas valorarla . Si necesitas un ejemplo concreto, piensa en Google. ¿Sabrías decir qué negocios tiene más allá del buscador? El mismo Warren Buffett recomienda no invertir en un negocio que no puedas entender o explicar a alguien en unas pocas palabras . Y con los grandes nombres es fácil confundir conocimiento con estar habituado a una marca.

Las desventajas de invertir en empresas conocidas

Exceso de confianza

La psicología es uno de los aspectos más difíciles de controlar al invertir en bolsa y con empresas conocidas puede ser todavía más difícil. “Si yo uso los servicios de la empresa y me va bien ¿cómo es posible que caiga en bolsa? ya se recuperará” . Razonamientos de este tipo hacen que un 47% de los inversores asegure que mantendría las acciones en su cartera incluso si no ofreciesen grandes rendimientos y un 31% incluso con pérdidas, según el mismo estudio.

Esta forma de operar va en contra de una de las máximas en bolsa : “Dejar correr las ganancias y cortar las pérdidas” . En otras palabras, mantener una acción mientras sube y no caer en la tentación de vender cuando cae. Parece lo más lógico. Por desgracia, tu mente se lo saltará de forma sistemática si no estás atento.

¿Sabes admitir tus errores?

La razón es que si algo detesta el ser humano es perder. El miedo a perder es lo que hará que vendas antes de tiempo y la tozudez impedirá que lo hagas cuando debes . Admitir un error cuesta y más si en teoría hay margen para arreglarlo. Y es que siguiendo otra máxima en bolsa, “no hay ganancia o pérdida hasta que se cierra la operación” . En otras palabras, da igual que vayas ganando un 200% con tus acciones en un momento dado; lo que cuenta es el resultado final, a cuánto vendes.

La trampa es que tu cerebro aceptará más fácil las pérdidas mientras sólo sean “sobre el papel”, es decir con la operación sin cerrar. Esto formaría parte de lo que el último Nobel de Economía denomina contabilidad mental . Este comportamiento puede hacer que lo que iba a ser una pérdida del 5 % se convierta en una del 10 %.

Un problema con la diversificación

Por muy global que sea nuestro mundo, el factor de cercanía sigue jugando un papel fundamental en las decisiones financieras . Por eso mismo, es más fácil que termines invirtiendo en una empresa del Ibex 35 (Telefónica, Santander, BBVA y Repsol son las más repetidas) que en Google, Microsoft o Apple, por poner algunas ejemplos. El resultado suele ser una enorme concentración del riesgo en un solo país, lo que va contra el paradigma de la diversificación .

Esto mismo puede aplicarse a la inversión sólo en sectores que conoces y que puede ser un problema. ¿Qué pasaría si hay una mala noticia que afecta a todo  el sector? Tu cartera sufriría un importante revés. Si, además, has invertido en la industria en la que trabajas y pierdes tu empleo, el golpe será doble.

Las ventajas: mejor informado con acciones grandes y conocidas

No todo podía ser negativo. Tener las acciones más conocidas te asegura que estarás informado de las novedades y presentación de resultados . Los medios de comunicación son más proclives a llevar en portada noticias de Telefónica, Santander, BBVA… Así estarás siempre a la última.

En definitiva, invertir en acciones que conoces será positivo o negativo dependiendo del resto de tu cartera. Si sólo apuestas por estos títulos, corres demasiados riesgos. Lo ideal es que diversifiques a través de fondos de inversión y otros productos globales.

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