Tracking difference: definición e importancia
Cuando invertimos en productos que replican un índice, como los ETF o fondos indexados, esperamos que su comportamiento sea prácticamente idéntico al del índice, que siguen. Si el índice sube un 5%, esperamos que el producto en el que hemos invertido también suba un 5%. Pero en la práctica, esa réplica no es perfecta.
Aquí es donde entra en juego el concepto de tracking difference, o diferencia de seguimiento. Un término técnico que, aunque suene complejo, tiene implicaciones directas en tu rentabilidad como inversor.
¿Pero por qué sucede esta diferencia? ¿Por qué puede afectar a tus resultados de inversión?
¿Qué es el tracking difference?
El tracking difference mide la diferencia entre la rentabilidad de un producto que replica un índice y la rentabilidad del propio índice durante un periodo determinado. Por ejemplo, si el índice S&P 500 sube un 10% en un año, pero el ETF indexado al S&P 500 sube un 9,6%, el tracking difference será de -0,4%. Es decir, el producto se ha quedado por detrás del índice. Esa diferencia, si se mantiene cada año, puede suponer bastante menos rentabilidad en el largo plazo.
Tracking difference = Rentabilidad del fondo − Rentabilidad del índice
Este concepto es distinto al tracking error,, que suele ser menos relevante para el inversor particular. El tracking error mide. la consistenciacon la que un fondo se desvía del índice, es decir, la volatilidad de esas diferencias de rentabilidad a lo largo del tiempo. En cambio, el tracking difference se enfoca en la diferencia de rentabilidad entre el fondo y el índice durante un periodo concreto. Es una medida más directa y útil para evaluar si el fondo ha replicado bien al índice.
¿Por qué se produce esta diferencia?
Aunque los productos deberían estar diseñados para replicar fielmente un índice, hay múltiples factores que pueden generar pequeñas desviaciones:
Comisiones y gastos de gestión: Los productos suelen tener costes asociados, como la comisión de gestión o los gastos operativos. Aunque con frecuencia son bajos, afectan directamente a la rentabilidad final. Es el motivo principal por el que los ETF se desvían de la rentabilidad del índice al que replican.
Dividendos: Con frecuencia, dentro de los índices hay empresas que reparten dividendos, por eso suele ser razonable que el ETF compare su rentabilidad con la del índice que incluye dividendos netos. Los dividendos pueden generar un tracking difference tanto positivo como negativo. Si el ETF gestiona eficientemente los dividendos —por ejemplo, reinvirtiéndolos rápidamente o beneficiándose de ventajas fiscales— la diferencia puede ser positiva. En cambio, si existen retenciones fiscales, costes operativos o retrasos en la reinversión, la diferencia puede ser negativa. Todo depende de cómo se administren los dividendos dentro del fondo.
Eficiencia en la réplica No todos los productos replican el índice de la misma forma. Algunos lo hacen físicamente (comprando las acciones directamente), otros mediante derivados financieros. La calidad de esa réplica influye en el resultado. Como regla general, los ETF que compran las acciones reales del índice (réplica física) tendrán costes más altos, pero algo menos de riesgo. Sin embargo, los que utilizan derivados (réplica sintética) tendrán una réplica cercana a la perfección, pero el riesgo de que pase algo y afecte a la inversión es mayor, porque no tienen las acciones
Costes de transacción y operativa: Mantener la composición de un producto alineada con el índice que replica requiere ajustes periódicos, como incorporar nuevos valores o eliminar los que ya no forman parte del índice. Estas operaciones implican comprar y vender activos, lo que genera costes de transacción.
Préstamo de valores: Algunos ETF prestan temporalmente acciones de su cartera a terceros, lo que les permite generar ingresos adicionales para los inversores. Estos ingresos pueden mejorar la rentabilidad del fondo, aunque también implican ciertos riesgos que se gestionan mediante garantías y controles diarios.
¿Por qué te interesa como inversor?
El tracking difference puede parecer una cuestión técnica, pero tiene un impacto directo en tu rentabilidad. Dos ETF que replican el mismo índice pueden tener tracking difference muy distintos, y esa diferencia de rentabilidad se acumula con el tiempo.
Por eso, al elegir un ETF, no basta con mirar qué índice replica. Conviene revisar también su tracking difference histórico, que suele estar disponible en la documentación del producto o en plataformas especializadas.
Un ETF con un tracking difference bajo y estable indica que replica bien el índice y que los costes están bien gestionados. En cambio, un ETF con una diferencia elevada o muy variable puede ser señal de que no hace las cosas del todo bien, y es probable que a futuro genere una rentabilidad inferior a la esperada.
Cómo invertir con precisión: más allá del índice
El tracking difference es una herramienta útil para evaluar la calidad de un producto indexado. Porque en inversión, no se trata solo de tener la intención de seguir un índice, sino de que el ETF o el fondo lo haga de forma eficiente, para que la rentabilidad sea lo más parecida a la del índice.
Entender este concepto te ayuda a seleccionar con criterio, comparar productos similares y ajustar mejor tus decisiones de inversión. Porque al analizar con detalle cómo se comporta cada producto, puedes identificar cuál se adapta mejor a tu estrategia y evitar sorpresas que afecten a tu rentabilidad.