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El efecto de las divisas al invertir fuera de España
Finales de agosto de 2022. Últimos días de vacaciones. Estás dormitando frente a la tele y oyes en las noticias “la bolsa americana ha perdido un 10% en lo que va de año”. Menuda mala suerte, porque justo en enero invertiste un pellizco de tus ahorros en bolsa americana. En concreto, en un fondo indexado, es decir, un fondo que en teoría debería replicar casi exactamente lo que ocurre en la bolsa de Estados Unidos. Miras la app de tu banco para ver esa pérdida del 10 % y te encuentras con que de hecho has ganado un poquito en esa inversión, un 1 % más o menos. ¿Se ha estropeado la app? ¿Tu banco no está actualizando la información? ¿Se han equivocado en las noticias de la tele? No, las dos cosas son correctas. La bolsa americana ha caído un 10 % y tú has ganado. La explicación está en la divisa. La información financiera sobre las bolsas se da en la moneda de origen, el dólar americano en el caso de la bolsa estadounidense. Sin embargo, un inversor español invierte en euros, y la rentabilidad del fondo en el que has invertido se da en la moneda del cliente. El euro, en este caso. Lo que explica la diferencia entre las rentabilidades que vemos en las noticias y la que vemos en nuestra app, es la evolución de la divisa. Esta diferencia puede darte una alegría, como está siendo el caso en 2022, o a la inversa, puede producir mucha frustración, al ver que tu fondo sube menos o incluso baja a pesar de que la bolsa esté subiendo. Veamos cómo funciona.
¿Cómo influye la moneda en la que invertimos? Una divisa es una moneda extranjera (por ejemplo, el dólar americano, el yen japonés y la libra esterlina se consideran divisas si estamos en España). Por otro lado, el tipo de cambio hace referencia al número de unidades de una divisa que hay que entregar para obtener una unidad de otra. Por ejemplo, si nos dicen que el tipo de cambio del euro con el dólar (EUR/USD o €/$) es 1,06 nos están diciendo que 1 € equivale a 1,06 $ o, lo que es lo mismo, que 1 $ vale 0,94 € (es decir, 1 dividido entre 1,06). Todos los fondos de inversión tienen una divisa concreta como referencia. Por ejemplo, un fondo español que invierte en España tendrá el euro como moneda de referencia (y se dice que está “denominado en euros”). Cuando un fondo español invierte en Estados Unidos, a menudo, su moneda de referencia sigue siendo el euro. Por supuesto, para poder invertir en Estados Unidos, convertirá sus euros a dólares. Su rentabilidad será una combinación de la rentabilidad de la inversión y la rentabilidad generada por el tipo de cambio del euro contra el dólar. Es decir, estás invirtiendo en dos productos: la bolsa y el dólar, cada uno con su rentabilidad. Lo que obtendrás será la suma de ambas rentabilidades. Por ejemplo, en el año 2021 la bolsa estadounidense (medida con el índice S&P 500) subió un 26,9 %. Al mismo tiempo, en ese año el euro perdió un 7,1 % con respecto al dólar (pasó de 1,22 a 1,14), haciendo que un euro pudiera comprar menos dólares (o lo que es lo mismo, que cada dólar valiera más euros). Esto hizo que la rentabilidad de la bolsa estadounidense en euros (índice S&P 500 en euros) fuera del 36,5 %. Las rentabilidades de la bolsa americana y del euro se suman: una vez que se vende la inversión en dólares, con una rentabilidad del 26,9 %, los dólares se convierten a euros al nuevo tipo de cambio, obteniendo ese extra de rentabilidad. Es el mismo índice, con las mismas empresas. La diferencia viene de invertir en una moneda u otra. Ver versión accesible de la tabla Tabla En la tabla que aparece en pantalla se muestra el efecto de las divisas sobre una inversión. El 1 de enero de 2021 el valor de S&P500 era de 3.756 y a 31 de diciembre del 2021 de 4.766 consiguiendo una rentabilidad del 26,9%. Es decir, una inversión de 10.000$ el día 1 de enero del 2021 terminaría el año con un valor de 12.690$. Este mismo año el euro perdió un 7,1% del poder adquisitivo frente al dólar. El 1 de enero de 2021 1€ valía 1,224$, mientras que el 31 de diciembre valía 1,137$. Por lo que una inversión de 10.000€ el 1 de enero de 2021 que en ese momento tenían un valor de 12.238$ a final de año se convertirían en 15.528$, es decir, 13.654€. Consiguiendo así una rentabilidad del 36,5%.
Un riesgo extra que no tiene por qué ser malo
Como hemos visto, cuando invertimos en un país o región con moneda distinta a la nuestra, hay un riesgo añadido a los habituales: la variación en la rentabilidad producida por el tipo de cambio, que se llama riesgo divisa. Este hace referencia al riesgo de que mientras estamos invertidos en una moneda que es distinta a la propia (euros en el caso de España), varíe el tipo de cambio y, por tanto, la rentabilidad final obtenida. A pesar de llamarse “riesgo”, puede ser negativo o positivo, como está ocurriendo en los dos últimos años, en los que la divisa está jugando a favor del inversor español. Si el euro se deprecia (pierde valor respecto a otras monedas), obtendrá una mayor rentabilidad. Es el caso que estamos viendo en 2022, en el que, hasta finales de agosto la bolsa estadounidense bajó alrededor de un 10 %, pero al mismo tiempo el euro se depreció frente al dólar más de un 10 %, por lo que un inversor español habrá compensado las pérdidas en la bolsa con las ganancias en la divisa y estará más o menos como empezó, porque al vender sus dólares, el gestor del fondo ha podido compra más euros. En resumen, en el caso de un fondo denominado en euros que invierte en empresas estadounidenses, sólo puede invertir en ellas comprando previamente dólares, por lo que el fondo está expuesto a riesgo divisa. El precio del fondo y su rentabilidad se mostrarán en euros, y se calcularán diariamente aplicando el tipo de cambio EUR/USD. Por tanto, aunque un fondo esté denominado en euros, si invierte fuera también puede estar expuesto al riesgo divisa.




¿Cómo protegerse de este riesgo?
Existe la alternativa de invertir en fondos “cubiertos”, que a menudo se denominan con la expresión inglesa “hedged” (no confundir con hedge funds). Estos fondos dedican una pequeña parte de su patrimonio a comprar seguros que reducen el impacto del movimiento de las divisas (este riesgo nunca se puede eliminar por completo). En el ejemplo anterior, en el que la bolsa americana subía un 26,9 % en 2021, un fondo cubierto invertido en euros habría rentado algo menos de esa cifra (por ejemplo, un 25%: la rentabilidad real del 26,9 % menos el coste del seguro de tipo de cambio) en lugar del 36,5% que obtendría el fondo sin cobertura. A veces conviene, y a veces no, pero es imposible saberlo con antelación. En cualquier caso, lo importante es conocer la divisa en la que invertimos, saber cuáles son los riesgos de haber invertido en esa divisa, si es diferente al euro, y decidir si estamos cómodos con ese riesgo. Haciendo esto podremos conocer el riesgo al que estamos expuestos y, sobre todo, entender por qué si la bolsa hace una cosa, nuestro fondo puede hacer otra distinta..
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