Todo en la vida tiene su momento, también tus finanzas personales. Hay una época en la que el ahorro
debe ser tu prioridad y otra en la que deberías centrarte en invertir. Tu edad y el camino que lleves
recorrido hasta el momento son la clave para saber cuándo dar el salto y dejar de
ahorrar para empezar a
invertir.
Antes de invertir, prepara un colchón económico
Hay pocas reglas de oro en finanzas, pero esta es una de ellas. Se puede
expresar de diferentes formas,
desde el clásico “no inviertas un dinero que necesites” hasta “invierte sólo lo que puedas permitirte
perder”. En cualquier caso, su traducción práctica es muy simple: antes de invertir,
construye tu colchón
para imprevistos (o, por lo menos, una parte del mismo).
Ese colchón económico es un dinero que te servirá para cubrir gastos
inesperados sin tener que recurrir a
préstamos o retirar inversiones una vez empieces a hacerlo. Es tu red de seguridad si todo se tuerce; un
capital que debería estar siempre disponible y seguro, sin asumir ningún riesgo.
¿Cuánto es un buen colchón ahorrado?
La recomendación más repetida es que construyas un colchón con al menos entre tres
y seis meses de tus
gastos fijos. A partir de ahí, la cantidad dependerá del nivel de seguridad que necesites
y de tus
objetivos vitales.
Hay quienes tienen suficiente con tres meses y quienes prefieren contar con un año de capital ahorrado.
De todas formas, una vez cuentes con esos tres meses de colchón ya podrías cambiar tu estrategia de
ahorro para comenzar a dar paso a la inversión.
Ahorro e inversión: ¿son compatibles al mismo tiempo?
Ahorro e inversión no son excluyentes, puedes invertir mientras ahorras
y viceversa. Todo depende de tu
punto de partida y de tu capacidad de ahorro. En otras palabras, de cuánto dinero tienes ahorrado y de
cuánto puedes ahorrar cada mes.
Si ya tienes tres meses de tus gastos fijos ahorrados, puedes empezar a apartar una cantidad de tu
ahorro mensual para invertir mientras sigues destinando al resto para hacer crecer tu colchón
financiero, al menos hasta que llegue al nivel que buscas.
Por ejemplo, si eres capaz de ahorrar 250 € al mes y ya dispones de un
colchón económico de tres meses,
puedes ahorrar 150 € e invertir el resto hasta juntar la cantidad que hayas decidido que quieres como
fondo para imprevistos.
¿Qué cantidad de tu dinero deberías
invertir? La realidad es que no hay una medida concreta. La
respuesta depende sobre todo de tus prioridades y de lo que te permita estar más tranquilo. ¿Es más
importante tener un buen colchón de emergencia o sacar el máximo partido a tu
dinero? Responde a esa
pregunta y sabrás qué hacer.
Hoja de ruta hacia tus primeros 100.000 €
Nada como un ejemplo para que entiendas cómo articular tu propio plan. El objetivo en este caso es
juntar tus primeros 100.000 €.
Estos son los pasos que deberías seguir y cuánto tardarás en conseguirlo partiendo de un ahorro de 250 €
mensuales y pensando que necesitas juntar 8.000 € como colchón de emergencia (seis meses de gastos
fijos).
Paso 1: 100 % Ahorro
Empezarás ahorrando el 100% de tu capacidad de ahorro durante 16 meses hasta tener un 50 % de tu colchón
para imprevistos, que equivale a 3 meses de gastos fijos o 4000 €.
Tiempo de la primera etapa: 16 meses.
Ahorro acumulado: 4000 €.
Paso 2: Ahorro e inversión al 50 %
Seguirás destinando el 50 % de tu capacidad de ahorro a ahorrar y la mitad restante a invertir hasta
llegar a tu objetivo de tener tu colchón financiero.
Sólo el 50 % destinado al ahorro se sumará al colchón financiero. El resto del capital se invertirá a
largo plazo para alcanzar ese objetivo de tener tus primeros 100.000 €. Para los cálculos vamos a
suponer que eres capaz de obtener una rentabilidad del 4 % anual cada año.
Tiempo de la segunda etapa: 32 meses.
Tiempo total: 48 meses (4 años).
Ahorro acumulado: 111.291,02 € (8000 € fondo de
emergencia + 103.291,02 € en inversión).
Paso 3: 100 % inversión
Con el colchón financiero completo, pasarás a invertir a largo plazo el 100 % de tu capacidad de ahorro en
las mismas condiciones. Al final de 20 años habrás sumado tus primeros 100.000 €.
Tiempo de la tercera etapa: 240 meses (20
años).
Tiempo total: 288 meses (24 años).
Ahorro acumulado: 111.291,02 € (8000 € fondo de emergencia
+ 103.291,02 € en inversión).
Para acelerar el paso puedes aumentar tu capacidad de ahorro o tratar de conseguir una rentabilidad
más alta.
¿Cómo empezar a invertir una vez tengo ahorros?
Hay más de una forma de empezar a invertir. Un error muy habitual es pensar que para invertir necesitas
mucho dinero de partida. Nada más lejos de la realidad. Por supuesto, puedes esperar a juntar 10.000 €
para invertir como se hacía antes, pero ya no es necesario.
Hoy en día existen productos que permiten invertir pequeñas cantidades de dinero cada mes. Son idóneos
para pequeños ahorradores que no han juntado un gran capital, pero que sí tienen capacidad de ahorro
mensual y tienen claro que cuanto antes empiecen, mejor.
Las carteras Naranja+ son un ejemplo
de este tipo
de inversión. Además, te permiten hacerlo de forma
automática y fácil todos los meses, sin que tengas que preocuparte por nada. Por supuesto, también
puedes esperar a ahorrar esos 10.000 € y enfrentarte igualmente al dilema de si es
mejor invertirlo de
golpe o con aportaciones periódicas.
¿Qué pasa si tienes que usar el colchón de emergencia?
El fondo para imprevistos está para usarlo, pero una vez lo hagas es imprescindible que repongas el
dinero que has retirado. Puedes hacerlo aumentando el dinero que destinas al ahorro y reduciendo la
inversión; o recuperando parte del dinero que tienes invertido si es un buen momento para hacerlo,
aunque esto siempre es menos recomendable. De nuevo, la decisión dependerá de lo importante que sea el
fondo de emergencias para ti y, sobre todo, de cuánto dinero quede.
Como resumen, es mejor solo ahorrar y no invertir cuando todavía no tienes un colchón de emergencia. Por
el contrario, es mejor parar el ahorro y únicamente invertir cuando ese colchón para imprevistos ya
tiene el tamaño que quieres. Esa es la señal de que debes dejar de ahorrar y empezar a invertir.