Los efectos de la inflación en la salud financiera de los españoles
Según los últimos datos del INE, la inflación en España está volviendo a los niveles que estamos acostumbrados a ver. En junio de 2023 tasa de inflación anual era del 1,9 % (aunque la inflación subyacente, que elimina los precios más volátiles de energía y alimentos sin elaborar, se mantiene alta, en un 5,9 %). En la Unión Europea, sin embargo, los precios suben en junio a un ritmo del 6,4 % anual, todavía en un nivel muy elevado.
Esta época en que hemos vivido inflación elevada ha afectado a nuestras vidas… nuestro presupuesto ha cambiado, y se han modificado nuestros hábitos de consumo y de ahorro. Pero ¿cuáles son las consecuencias de la inflación para los españoles? ING ha hecho un estudio para entender hasta qué punto los españoles y los europeos han cambiado sus hábitos. Las conclusiones son evidentes, pero ayudan a poner números para entender la situación un poco mejor.
La situación financiera de los españoles se mantiene estable, pero creen que la crisis ha afectado mucho a los demás
Un 55 % de los españoles percibe que su situación financiera actual es buena o muy buena. Es sólo ligeramente menor que la percepción que tienen sobre sus finanzas de hace 5 años (58 % piensan que era buena o muy buena) y cómo creen que será en 5 años (también 58 %).
Sin embargo, la percepción que los españoles tienen del resto de la sociedad española es muy distinta: piensan que sólo el 36 % de los españoles están actualmente en una situación buena o muy buena, y que ha bajado con fuerza desde el 52 % en los últimos 5 años. Y no piensan que vaya a mejorar, en 5 años prevén que sólo el 39 % estará en situación buena o muy buena.
¿Qué pasa en Europa? Que son más pesimistas. El 51 % percibe que su situación actual es buena o muy buena (baja desde el 60 % de hace 5 años) y también un 51 % cree que será buena o muy buena en 5 años.
Pero también su percepción del resto de compatriotas es peor: piensan que el 34 % están en buena situación, que baja desde el 57 % en estos 5 años, y que esperan que se mantenga en 5 años en el 34 %.
Prevén que en el futuro habrá que pagar más, por todo
Mirar al futuro es complicado, pero actualmente prima ligeramente el pesimismo… De aquí a cinco años:
El 59 % opina que subirán los intereses a pagar por las hipotecas y los préstamos
El 56 % cree que los impuestos aumentarán (IVA, IRPF…)
El 53 % piensa que la inflación será mayor
El 53 % asume que gastará más en alimentación
Sólo el 31 % prevé que suban los intereses de los productos de ahorro
Esto contrasta con las previsiones de los mercados financieros, que creen que, en unos años, tanto la inflación como los tipos de interés serán significativamente menores.
La consecuencia lógica de esto es prepararse, ahorrando o invirtiendo más ahora, o empezando a hacerlo. Pero las subidas de precios no permiten a todos aumentar la cantidad de dinero que ahorran.
¿Cómo se adaptan a los precios más altos?
La mayoría de la gente está adaptando su consumo para capear la pérdida de poder adquisitivo. Por lo tanto, intentan comprar menos cantidad de los productos más recurrentes: alimentación (el 46 % va a intentar comprar menos), restaurantes y bares (46 %), viajes (43 %), cuidado personal (37 %), deportes y hobbies (31 %) …
Pero no sólo es el consumo lo que reducen, sino que se ha reducido la cantidad de dinero destinada a aumentar el patrimonio:
El 31 % ahorra menos o directamente ha dejado de ahorrar
El 14 % invierte menos o ha dejado de invertir
El 13 % ha tenido que sacar dinero que tenía ahorrado para hacer frente a los gastos
El 10% ha tenido que pedir préstamos
El 5 % ha vendido todo o parte de sus inversiones
¿Después de esto, en qué estado está la salud financiera de los españoles?
No hay una definición única sobre qué significa salud financiera. Por eso hemos preferido preguntar qué situaciones perciben los españoles como características de la salud financiera, para luego entender cómo se ven en relación con ellas:
1. El 52 % entiende que llegar a fin de mes es clave, pero esto es poco estable, una salud algo frágil, porque cada mes existe la posibilidad de no llegar, a no ser que tengan algo de margen
2. El 49 % considera que es importante ahorrar más de lo que se gasta, que va un paso más allá que llegar a fin de mes
3. El 44 % da con una clave importante, la salud financiera implica ser capaces de afrontar y recuperarse de un gasto imprevisto fuerte
4. Otro 44 % afirma que implica sentirse en control de los ingresos y los gastos
5. Finalmente, un 43 % cree que tiene que ver con gestionar el dinero propio sin preocupaciones o estrés
Con estas premisas, ¿cuántos consiguen llegar al nivel mínimo? El 55 % dice que, en general, consigue llegar a fin de mes, mientras que el 59 % revela que consigue ahorrar algo, gastando menos de lo que ingresa. Y ¿cuántos van un paso más allá? El 51 % considera que sería capaz de afrontar un gasto imprevisto fuerte y recuperarse, pero sólo el 47 % considera que gestiona su dinero sin preocupación o estrés.
Los españoles están mejor de lo que parece, aunque la cultura financiera sigue baja
Las cifras no parecen muy alentadoras. Sería deseable que la cantidad de gente que llega a fin de mes, e incluso que aquellos que gestionan su dinero sin preocupación o estrés, fueran una proporción mayor de la población. En esto influyen muchos factores que no puede cubrir este estudio.
Sobre la percepción del presente y las perspectivas para el futuro, hay que recordar el efecto de los sesgos cognitivos, que influyen en las respuestas sin que la gente se dé cuenta. Quizá el que más puede afectar es el sesgo de disponibilidad: como tenemos muy reciente el impacto de la subida de la inflación, unida a la subida de tipos de interés, tendemos a aumentar la probabilidad de que esta situación permanezca en el futuro. Pero también el de retrospección idílica: magnificamos la bondad del pasado, mientras que el futuro y el presente lo vemos de forma negativa. Ya lo decía Jorge Manrique en las Coplas por la muerte de su padre: “cómo, a nuestro parecer, cualquiera tiempo pasado fue mejor”.