Premio Nobel de Economía 2022
¿Quiénes son los ganadores del premio Nobel de economía? En 2022, el premio Nobel de economía fue repartido entre tres ganadores. La Real Academia Sueca de las Ciencias decidió reconocer y premiar el trabajo realizado por Ben S. Bernanke, Douglas W. Diamond y Philip H. Dybving a principios de los 80, que ha servido para que los bancos sean menos vulnerables en momentos de crisis y para clarificar por qué evitar las quiebras de bancos es vital para la sociedad.
www.nobelprize.org El Nobel a Ben Bernanke, premio a un trabajo pionero Ben Bernanke es conocido por el público general por haber desempeñado la función de presidente de la Reserva Federal (Fed), cargo que ocupó entre 2006 y 2014.

Sin embargo, la Academia sueca no le otorgó el premio Nobel de economía por dicho papel, sino por un trabajo, mucho más antiguo, realizado por el economista: Nonmonetary Effects of the Financial Crisis in the Propagation of the Great Depression (“Efectos no monetarios de la crisis financiera en la propagación de la Gran Depresión”).
¿Qué aporta el artículo de Ben Bernanke a la economía? En este escrito, publicado en 1983, Bernanke estudió cuáles fueron los efectos provocados en la economía por la crisis financiera vivida durante la primera mitad de los años 30 en Estados Unidos y cuál fue el papel desempeñado por los bancos. En concreto, el trabajo analiza los efectos no monetarios de la Gran Depresión, especialmente los relacionados con el crédito a particulares tras el inicio de la crisis.

En líneas generales, Bernanke considera que los diferentes cambios experimentados por el sector financiero de 1930 en adelante (principalmente la quiebra de numerosos bancos y la consecuente concentración del sector) derivó en una clara pérdida de eficiencia en la oferta de crédito a los hogares.

La gran causa de dicha pérdida de eficiencia es la ausencia de un sistema estandarizado de riesgo crediticio como el actual, mediante el cual los bancos son capaces de ofrecer condiciones de crédito a sus clientes según su probabilidad de repago. En los años 20 y 30 del siglo XX las condiciones crediticias de cada cliente dependían del grado de confianza que habían sido capaces de generar con su banco con el paso de los años. Tras el cierre de un muchos de estos bancos, toda esta información se perdió, por lo que los bancos que sí sobrevivieron no podían ofrecer a sus nuevos clientes las mismas condiciones que estos tenían en sus anteriores bancos.

Bernanke concluye por tanto que, esta manera de actuar por parte de los bancos fue una de las razones por las cuales la Gran Depresión se prolongó durante tantos años.

En definitiva, es innegable que el trabajo galardonado fue pionero, al analizar una crisis financiera desde una perspectiva totalmente nueva. Además, ha servido para volver a dar relevancia a un premio que tiende a pasar bastante inadvertido para el público general.
Douglas W. Diamond y Philip H. Dybving, los menos conocidos Junto a Ben Bernanke, la Academia sueca premió a Douglas W. Diamond y Philip H. Dybving. Su trabajo conjunto: Bank Runs, Deposit Insurance, and Liquidity (“Pánico bancario, garantía de los depósitos y liquidez") es considerado por muchos como una de las bases de la regulación bancaria moderna. Este artículo, al igual que el publicado por Bernanke, se centra en el papel de los bancos, su importancia en nuestra sociedad y en las crisis financieras. Esta es la razón por la cual la Academia decidió repartir el premio entre los tres economistas. ¿Cuáles son las claves de su trabajo conjunto? El trabajo, publicado en el año 1983, analiza el comportamiento de los ahorradores ante el riesgo y la incertidumbre, proponiendo a su vez diferentes modelos de depósitos con vistas a minimizar el riesgo de pánico bancario (entendido éste como las salidas masivas de depósitos que hacen que un banco no pueda devolver el dinero a todos sus clientes).

Y es que, mientras que el trabajo considera que la función de los bancos es indispensable para el correcto desarrollo de la economía, puesto que permiten que el dinero ahorrado sea invertido, este también nos advierte de un potencial peligro. Al ofrecer productos de ahorro, por un lado, y financiación por otro, los bancos son especialmente vulnerables a rumores de posible impago o de quiebra. Todo lo que se necesita es que un número importante de depositantes decida retirar su dinero de un banco para que se genere miedo entre el resto de ahorradores, lo cual, como si de una profecía autocumplida se tratase, podría a traducirse en pánico bancario.

Conscientes de que el pánico bancario se propaga a rápida velocidad, especialmente en aquellos bancos que se endeudan a muy largo plazo, pero prestan a corto plazo, ambos economistas proponen soluciones para evitar que este fenómeno suceda. El modelo presentado por Diamond y Dybving considera indispensable la existencia de diferentes tipos de seguro ante un impago para que los clientes desarrollen confianza en sus bancos.

Del mismo modo, el trabajo recuerda que este seguro ante impago no tiene por qué ser garantizado directamente por el propio banco que ofrece dichos depósitos. La Reserva Federal, o en nuestro caso, el Banco Central Europeo, pueden hacer uso de su papel de prestamista de última instancia para garantizar el pago de los depósitos en caso de que el banco comercial no pueda hacerlo.
¿Necesitas ayuda? Blog En Naranja Oficinas y cajeros Preguntas Frecuentes Contáctanos Reclamación oficial Medidas Especiales Hipotecas: CBP RDL 6/2012 y CBP RDL 19/2022 Ciberseguridad Sobre ING Conócenos Hazte cliente Trabaja con nosotros Sala de prensa Accesibilidad Banca responsable Condiciones aplicadas Canal de denuncias Aplicaciones y redes sociales Síguenos en: Privacidad y cookies Info legal y anexos Mapa web Gobierno corporativo y política de remuneraciones