Hay más de una forma de medir la salud de la economía mundial o de un
país. La evolución de su
producto interior bruto, las exportaciones, su renta per cápita… Todos son términos con los que estamos más
o menos familiarizados, pero no son las únicas fórmulas disponibles. Una herramienta adicional es la curva
de tipos de interés.
Este indicador no es tan conocido como otros, pero puede ser de gran utilidad para analizar la evolución de
la renta fija, el rumbo general de la economía y las expectativas de los inversores.
¿Qué es y para qué sirve la curva de tipos de interés?
La curva de tipos de interés resume de forma gráfica el rendimiento de la
deuda de un país o del conjunto de
un área para diferentes plazos de vencimiento. Es decir, es el reflejo de las emisiones de renta fija
teniendo en cuenta el tipo de interés y su deadline.
Para explicarlo de otra forma, la curva refleja el interés que pagan las letras del
tesoro, bonos y
obligaciones del Estado a tres, seis y nueve meses; o a uno, dos o tres años. Y así hasta el máximo de 30
años a los que se emite la deuda pública. De esta forma se puede ver la estructura
temporal de los tipos de
interés de un país en un solo gráfico.
Cómo funciona la curva de tipos de interés
En teoría, la curva de tipo de interés ofrece mayores tipos de interés cuanto mayor plazo es el plazo de
vencimiento.
Al final lo que estás haciendo al suscribir una letra del tesoro, comprar un bono o cualquier tipo de deuda,
es prestar un dinero al emisor a cambio de un interés pactado. Si vas a recuperar lo invertido en un año, lo
normal es que ese rendimiento que recibas sea menor que si tardas 10 en hacerlo. La razón es que, en
periodos más largos, la incertidumbre (el riesgo percibido) es mayor y, por lo tanto, también suele serlo la
prima que paga el emisor, que es lo que percibes.
¿Qué curvas de tipos de interés existen?
Así, dependiendo de la evolución del gráfico, hay tres tipos de curvas: creciente, invertida y plana.
Curva de tipos de interés creciente
Como ya hemos comentado, es la más habitual y la que normalmente muestran
todas las emisiones de deuda. Y es
que lo más común es que, para plazos más elevados, el riesgo percibido sea mayor y, por tanto, también el
porcentaje de interés que el emisor debe pagar.
Curva de tipos de interés invertida
La inversión de la curva de tipos de interés no es algo recurrente. Sucede
cuando estos, a corto plazo, son
mayores o iguales que los que se pagan a largo plazo. Tiende a darse en momentos de incertidumbre en la
bolsa o en la economía y ante determinadas políticas monetarias.
Curva de tipos de interés plana
Cuando la curva es plana, el tipo de interés apenas varía para las diferentes emisiones. En otras palabras,
el Estado paga lo mismo por endeudarse o pedir dinero a seis meses que a 10 años. Este tipo de curva es muy
poco habitual, al igual que la que muestra oscilaciones en forma de onda.
¿Dónde ver la curva de tipos?
El gráfico de tipos de interés más importante del mundo es el estadounidense, y se puede ver en la web de
Stockcharts. Por su parte, la curva de tipos de los países de la zona euro puedes consultarla en la página
del Banco Central Europeo.
La curva de tipos es uno de los indicadores que puedes utilizar para calibrar el estado de la economía, pero
no es el único y ni siquiera el más llamativo: corbatas, pintalabios, faldas y hasta hamburguesas son
algunos de los indicadores más curiosos que predicen la salud de nuestra economía.