Uno de los términos financieros que posiblemente más suene al público general es el de OPA (Oferta Pública de Adquisición), especialmente aquellas personas que recuerdan las famosas operaciones de capital que se produjeron a mediados de la década de los 2000.
Sin embargo, hay muchas personas que quizá no sepan qué significa ni qué implicaciones tiene. Lo explicamos.
Qué es una OPA y qué tipos existen
Una OPA es una operación mercantil a través de la cual una o varias sociedades realizan una oferta de compra de acciones a una sociedad cotizada con el objetivo de hacerse con su control.
Generalmente, es una oferta para adquirir más del 25 % de una sociedad que se hace pública por la aceptación de una serie de condiciones de compra de acciones, normalmente a un precio superior al del mercado.
Existen diferentes tipos de OPA, según la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
OPA obligatoria
En algunos países, con el objetivo de preservar los derechos de los accionistas, la legislación prevé determinados supuestos en los que las OPA son obligatorias.
En España, por ejemplo, las OPA son obligatorias en tres supuestos:
Cuando un accionista alcanza el control de la sociedad.
Cuando la sociedad acuerda la exclusión de negociación de sus acciones. Si la sociedad toma esta decisión, las acciones dejan de cotizar en bolsa.
Cuando la sociedad realiza una reducción de capital mediante la compra de sus propias acciones para su posterior amortización.
Las OPA obligatorias deben presentarse por el 100 % del capital de la sociedad, no pueden estar sujetas a ningún tipo de condicionalidad y debe ofrecerse a un precio equitativo. Es decir, si una vez hecha pública la OPA, quien la presenta compra valores a un precio superior, deberá incrementar el precio de su oferta hasta alcanzar como mínimo el precio más alto pagado por los valores adquiridos.
OPA voluntaria
A diferencia de las OPA obligatorias, las OPA voluntarias pueden establecer condicionalidad, como por ejemplo, conseguir un acuerdo con los accionistas por un volumen mínimo de acciones para hacerla efectiva. Además, puede formularse por una cantidad inferior al 100 % de las acciones y no están sujetas a la obligación legal de formularse a un precio equitativo.
OPA por toma de control
ste tipo de OPA tiene como objetivo permitir a los accionistas vender las acciones a un precio equitativo una vez la empresa oferente tiene el control sobre la sociedad. Esto permite a los accionistas vender sus acciones sin apenas pérdidas.
OPA competidora
Las OPA competidoras se realizan en empresas sobre las cuales todavía hay otra OPA cuyo plazo de aceptación no ha finalizado. En este caso, las dos OPA compiten entre sí para hacerse con el control de la sociedad.
OPA de exclusión
Las OPA de exclusión tienen como objetivo que la empresa pueda recomprar sus propias acciones en bolsa con el objetivo de que estas dejen de cotizar. Los accionistas de empresas que se encuentran en esta situación deben saber que la retirada de empresas del mercado supone una menor liquidez y, por tanto, menos posibilidad de venta en el futuro.
OPA amistosa
Se consideran OPA amistosas aquellas que se presentan tras un acuerdo entre la sociedad oferente y los accionistas significativos o el consejo de administración de la sociedad opada.
OPA hostil
Es, posiblemente, el tipo de OPA más conocido por el público general, ya que son las que más ruido mediático generan. Las OPA hostiles se producen cuando no existe un acuerdo previo entre la empresa oferente y la opada, lo que puede poner en riesgo la viabilidad de la operación.
¿Qué hacer si nuestra empresa se ve involucrada en una OPA?
Como accionistas, cuando una de las empresas de la que somos accionistas es opada, podemos tomar tres decisiones:
Aceptarla y vender las acciones a la empresa oferente.
Rechazarla y mantener esas acciones en cartera, por ejemplo, porque el precio que ofrecen por estos títulos es inferior al valor que nosotros creemos que tienen.
Rechazarla pero vender las acciones a mercado, ya que a veces cotizan a un precio superior al ofrecido.
No obstante, en ocasiones no tenemos capacidad para decidir qué hacer. Si, por ejemplo, el 90 % de los accionistas deciden vender y nosotros no, y se incluye una cláusula en el contrato llamada squeez out o sell out , el 10 % restante se verá obligadas a vender forzosamente las acciones al precio ofrecido.
Entonces, ¿qué debo hacer si la empresa de la que soy accionista es opada? No existe una respuesta única a esta pregunta. Antes de aceptar o rechazar una OPA, debes analizar antes las condiciones de la oferta, del mercado y hasta tus circunstancias personales. También es importante conocer los derechos del accionista y las posibles salidas al proceso.
OPA, OPV y OPS, ¿en qué se diferencian?
En el mercado primario existen otras operaciones similares que, a menudo, se confunden con una OPA, pero que son operaciones bastante diferentes. Las dos más habituales son la Oferta Pública de Venta (OPV) y la Oferta Pública de Suscripción (OPS).
En qué consiste la OPV
Las OPV son operaciones que realizan las empresas antes de salir a bolsa para colocar sus acciones en el mercado bursátil. También lo realizan las empresas que ya cotizan en bolsa y en las que uno o más accionistas mayoritarios quieren desprenderse de sus acciones.
Una OPV es una operación mucho más habitual, ya que la salida a bolsa de cualquier empresa requiere que se realice esta operación. Las OPV más grandes y con más relevancia de la historia han sido las de Alibaba en 2014, con un volumen negociado de 25.000 millones de dólares; o General Motors en 2010, con 20.100 millones de dólares.
En qué consiste una OPS
Al igual que las OPV, las OPS son operaciones de venta de valores, con la diferencia de que esta se realiza cuando se produce una ampliación de capital en una empresa. En ella, uno, varios, o la totalidad de los accionistas renuncian al ejercicio del derecho de suscripción preferente y la empresa emite nuevas acciones para dar entrada a nuevos inversores al capital de la sociedad.
Las OPS se producen normalmente cuando la empresa necesita dinero para financiar nuevos proyectos. Sin embargo, a diferencia de las OPV, los accionistas antiguos permanecen en la sociedad.