¿Qué es la deducción en la declaración de la renta por invertir en planes de pensiones?
Hace años, en España era habitual que los gobiernos fomentaran el ahorro y la inversión de la población. Igual que EE. UU. había conseguido tener un mercado muy desarrollado, en parte gracias a la cantidad de ciudadanos americanos que invertían en acciones y bonos, en España se crearon facilidades para aquellos que dudaban si ahorrar e invertir merecían la pena.

Los ejemplos van desde las cuentas de ahorro exentas de impuestos, según su finalidad, o la exención de pagar impuestos de los primeros 1.500 euros de dividendos, hasta la ventaja fiscal de los fondos de inversión (que se pueda cambiar de un fondo a otro sin tener que pagar impuestos por los beneficios conseguidos hasta el momento), o la deducción por meter dinero en un plan de pensiones. Sin embargo, muchas de estas propuestas ya no son aplicables en 2025.
¿Qué es un plan de pensiones y cuál es el límite de aportaciones? Un plan de pensiones es un producto que sirve para ahorrar a largo plazo, y complementar la pensión pública cuando llegue el momento de la jubilación. La ley también permite que se rescate en otros casos, como por ejemplo enfermedades graves, incapacidad laboral, desempleo de larga duración, o pasados 10 años desde que se contrató (sólo disponible desde 2025).

Existe un límite a la cantidad de dinero que podemos meter en planes de pensiones individuales cada año: en 2025 es de 1.500 euros. Esta cifra se ha ido reduciendo en los últimos años (llegó a ser de 10.000 euros), al percibir el gobierno que beneficiaba sólo a las personas con rentas más altas.
Incentivo fiscal: la deducción La principal ventaja de los planes de pensiones es que las aportaciones -el dinero que metes en el plan- se restan directamente de la base imponible general, que es donde se agrupan la mayoría de los ingresos ordinarios (rentas del trabajo, por alquiler de vivienda…). O lo que es lo mismo, esos 1.500 euros, que seguramente has recibido de tu salario, y que luego has metido en un plan de pensiones, es como si no existieran para el IRPF de ese año.

Alrededor del 50% de los españoles no saben que los planes de pensiones tienen estas ventajas fiscales, según el Informe Naranja 2021: actitudes de los españoles ante el ahorro y la jubilación. Y del otro 50% son muchos los que piensan que esta ventaja fiscal no es tan interesante por los impuestos que hay que pagar al recuperar el dinero.
¿Qué pasa al recuperar el dinero? Aunque durante unos años habremos pagado menos impuestos, cuando llegue la jubilación, el dinero ahorrado inicialmente y los beneficios que hayamos conseguido con el plan, sí que tendrán que pagar impuestos. Esta es la razón por la que algunas personas piensan que no merece la pena invertir en planes de pensiones, porque, al final, Hacienda reclama, de golpe, los impuestos de todos esos años. Y eso es cierto, pero sólo si se recupera todo el dinero al mismo tiempo, porque todo ese dinero se considera renta del trabajo. Sin embargo, los planes de pensiones se diseñaron para para ser rescatados poco a poco, como complemento a la pensión pública de jubilación.

Vamos a poner números para entender esto un poco mejor. Para facilitar la comprensión, se hacen asunciones que no tienen por qué ser reales (como el mantenimiento de los tramos del IRPF, del mínimo por contribuyente, y del importe de la pensión media). De esta forma, si con 25 años empezamos a invertir 1.500 € cada año en un plan de pensiones, que genere (por ejemplo) un 4% de rentabilidad, al llegar a los 67 años habríamos invertido 64.500 €, pero tendríamos 165.019 € gracias al efecto de la rentabilidad en el largo plazo.
Pulsa aquí para una versión accesible de la gráfica Simulación de la inversión hasta la jubilación El gráfico muestra la evolución del patrimonio en el caso de aportar mil quinientos euros al año. Comienza con una primera aportación a los 25 años, a la que cada año se añaden la rentabilidad del patrimonio que había en el año precedente y otros mil quinientos euros. De esta forma, se llega a los 67 años con un total de 64.500 euros aportados, que han generado una rentabilidad acumulada de 100.519 euros. El patrimonio final, por lo tanto, asciende a la suma de ambas cifras, 165.019 euros. La pensión media mensual (14 pagas) en España por jubilación es de 1.503 € brutos (en abril de 2025), que son 1.282 € netos. Si quisiéramos recibir al mes 1.750 € netos, por ejemplo, habría que sacar al año 8.954 € brutos del plan. En este supuesto pagaríamos 3.097 € de impuestos por la pensión de jubilación y 2.404 € por el importe rescatado del plan, un total de 5.501 € en impuestos cada años.

Como el resto del plan seguiría invertido, podríamos seguir sacando la misma cantidad de dinero cada año hasta que el plan se quedara sin dinero, que sería cuando tuviéramos 99 años. Y gracias a mantenerlo invertido entre los 67 y los 99 años, la rentabilidad generada por el plan habría añadido otros 116.699 €. Así, las contribuciones totales al plan habrían sido de 64.500 euros, la rentabilidad total conseguida ascendería a 217.217 €, y los impuestos pagados por rescatar el plan durante el período entre los 65 y los 106 años serían de 75.518 €. En total, podríamos disfrutar de 206.199 € (sumando las aportaciones y la rentabilidad y restando los impuestos).
Pulsa aquí para una versión accesible de la gráfica Simulación al rescatar poco a poco (8.954 euros al año) El gráfico muestra la evolución del patrimonio que mostraba el gráfico anterior hasta los 67 años y, a partir de ahí, el efecto que tiene extraer el dinero poco a poco, 8.954 euros cada año. Al mantener el dinero invertido un año después de la jubilación, se genera una rentabilidad extra de 6.243 euros, que reduce el impacto de extraer los 8.954 euros. Así, se siguen sacando 8.954 euros cada año (6550 euros después de impuestos), pero también se genera nueva rentabilidad por el dinero que queda invertido, lo que permite llegar hasta los 99 años, momento en que se acabaría el dinero. En total, esto supone disfrutar, gracias al plan de pensiones, de 206.199 euros durante la jubilación, repartidos en 32 años. La rentabilidad extra generada por dejarlo invertido (116.699 euros) alarga el tiempo de recibir rentas en 14 años (puesto que si dejara de generar rentabilidad al cumplir 67 años, y se extrajeran 10.764 euros al año, el patrimonio se agotaría al cumplir 85 años). Sin embargo, si rescatáramos de golpe todo el plan al llegar a los 67 años, habría que sumar a la pensión bruta de ese año (21.046 €, 15.496 € sin el mínimo personal) lo recibido por el plan (165.019 € entre aportaciones y rentabilidad), y tributaríamos por ese total (180.515 €), según los tramos del IRPF: Mínimo Máximo Tipo Cuantía a pagar 0 12.450 19 % 2.366 12.450 20.200 24 % 1.860 20.200 35.200 30 % 4.500 35.200 60.000 37 % 9.176 60.000 300.000 45 % 54.232

Pulsa aquí para una versión accesible de la gráfica Simulación al rescatar de golpe a los 67 años La tabla muestra los tramos de impuestos que se aplican en el IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas) en 2025. Así, entre 0 y 12.450 euros, se aplica un tipo impositivo del 19 %, lo que significa que por los primeros 12.450 euros ingresados ese año pagaríamos 2.366 euros. Entre 12.450 y 20.200 euros se aplica un tipo del 24 %, como consecuencia habría que pagar 1.860 euros. Entre 20.200 y 35.200 euros el tipo a aplicar es del 30 %, lo que implica que hay que pagar 4.500 euros. Entre 35.200 y 60.000 euros el tipo asciende hasta el 37 %, teniendo que pagar otros 9.176 euros. Finalmente, el último tramo que tenemos que utilizar es el que abarca entre 60.000 y 300.000 euros, que sufre un tipo del 45 %. El dinero total ingresado en el supuesto de rescatar todo el plan de golpe, que se compone de la pensión pública y del dinero rescatado del plan de pensiones, asciende a 180.515 euros, por lo que en este último se aplicará el 45 % a 120.515 euros, debiendo pagar la cantidad de 54.232 euros. Si sumamos lo que se tiene que pagar por los distintos tramos, llegamos a la cifra final de impuestos, 72.133 euros.
Es decir, al rescatar el plan, las contribuciones totales habrían sido de 64.500 €, la rentabilidad total ascendería a 100.519 € y los impuestos pagados a 72.133 €. Podríamos disfrutar, por lo tanto, de 92.885 € (sumando las aportaciones y la rentabilidad y restando los impuestos), menos de la mitad que con el método anterior de rescate gradual. Pulsa aquí para una versión accesible de la gráfica Simulación al rescatar de golpe (165.019 euros) El gráfico muestra la evolución del patrimonio que mostraba el primer gráfico hasta los 67 años, y la consecuencia de extraer todo el dinero de golpe. Si sacamos los 165.019 euros de una sola vez, obtendríamos 93.484 euros después de impuestos, porque al sacar todo de golpe, la renta bruta del año, junto con la pensión pública, llega a 186.065 euros. Como tendríamos que pagar impuestos por toda la cantidad, sólo disfrutaríamos de 90.388 euros a partir del momento de jubilación. La otra vía para obtener rentabilidad: las comisiones Las comisiones son el gran desconocido. El 62% de los españoles no saben que todos los planes tienen comisiones. La diferencia es que, en vez de cobrarlas en la cuenta, se cobran directamente al plan, de forma que disminuye ligeramente su valor, pero apenas se percibe. La mejor forma de saber cuántas comisiones cobra un plan de pensiones es ver el “Informe anual”, donde tienen que informar de las comisiones que han cobrado a lo largo del año.

Las diferencias son sustanciales. Volviendo al ejemplo previo, podríamos asumir que el 4% de rentabilidad lo ofrece un plan con un 1% de comisiones. Si el plan pasara a cobrar un 1,5% de comisiones, al llegar a los 65, en vez de 165.019 €, tendría 143.819 €, una diferencia de 21.200 €. Las comisiones en el largo plazo son claves.
¿Y si quiero invertir más dinero para la jubilación? Como hemos visto, el límite actual para aportar a un plan de pensiones individual es de 1.500 €. Con solo invertir 125 € al mes, llegamos al límite. Pero mucha gente querría destinar más dinero para el momento de su jubilación, y sabe que en la cuenta corriente no va a hacer más que perder valor por el efecto de la inflación.

La alternativa más cercana son los fondos de inversión, que es una forma muy parecida de invertir a largo plazo, que no tienen las mismas ventajas fiscales, pero permiten invertir poco a poco y aumentar el patrimonio a largo plazo, sobre todo si se invierte de forma muy diversificada, con bajas comisiones, y no se pretende adivinar el momento de comprar y vender, sino que se mantiene o se aumenta poco a poco la inversión. Además, en caso de emergencia, el dinero está disponible en unos días, por lo que son un buen complemento a los planes de pensiones pensando en la jubilación.
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