Traspasar dinero de un plan de pensiones a otro es una posibilidad que conviene tener muy presente. En
primer lugar, algo que no todo el mundo sabe es que cambiar de un plan a otro no tiene
ninguna penalización
fiscal. No tenemos que pagar nada por cambiar de plan por el hecho de que estemos
descontentos con el que
tenemos o, sencillamente, porque queramos diversificar nuestro dinero entre varios productos, algo que suele
ser recomendable para reducir posibles riesgos.
Así, un cliente puede mover su dinero de un plan de pensiones a otro todas las veces
que quiera, sea un
producto de su banco o de otra entidad. Estos movimientos pueden ser sólo
de una parte del importe
invertido o de todo el capital más los intereses generados (esto se conoce como derechos
consolidados).
En este punto, no obstante, hay que tener en cuenta dos excepciones:
Los traspasos de planes de empleo (aquellos que establecen y pagan a sus trabajadores las
empresas) tienen más limitados sus traspasos y, habitualmente, sólo pueden moverse una vez finalizada la
vinculación laboral.
No es posible traspasar los derechos consolidados a un fondo de pensiones de un país
extranjero.
Teniendo en cuenta estos supuestos especiales, el traspaso de nuestro plan de pensiones se hará efectivo en
cinco días hábiles desde que la entidad gestora recibe la notificación. Este tiempo viene
marcado por la
legislación vigente. En caso de que el traspaso sea entre un plan y otro de la misma entidad, la operación
debe cerrarse en tres días hábiles.
Una operación en pocos pasos
Si tenemos intención de traspasar nuestro plan de pensiones, habitualmente el banco al que queremos llevar
nuestro dinero se encarga de tramitar la operación. Lo único que tenemos que aportar
es los datos del plan
que teníamos hasta el momento (esto es el nombre del plan y el de la entidad gestora) y firmar la orden de
traspaso (en muchas entidades esta firma puede realizarse ya por Internet, sin necesidad de
acudir a
sucursal).
Una vez hecho esto, la entidad a la que llevamos nuestro dinero ordenará la
transferencia de esos fondos a
la que era, hasta la fecha, nuestra entidad gestora. En los días antes citados tendremos el capital en
nuestro nuevo plan de pensiones.
Cuidado con las ataduras
Como en todo, bien conviene leer la letra pequeña. Las campañas comerciales de planes de pensiones suelen
ofrecer bonificaciones por los traspasos a los clientes. No obstante, estos incentivos suelen llevar
aparejada una permanencia que puede impedir al cliente salir del plan hasta que no cumpla el
plazo
indicado.
Otras ofertas también exigen que, además de suscribir el plan de pensiones, el cliente
amplíe su vinculación
con otros productos como, por ejemplo, fondos de inversión. Al final, esto siempre hará más complicado poder
salir con libertad del plan de pensiones.
En ING DIRECT nuestros planes de pensiones no te exigen ataduras. No tienen importes mínimos: se adaptan a
tu capacidad de ahorro, puedes ingresar la cantidad que tú quieras y cuando tú quieras. Si lo prefieres,
podrás realizar pequeños ingresos de forma automática con la cantidad y la frecuencia que quieras. Si un mes
te viene mal, puedes cancelar tu aportación sin ningún coste o penalización. Así de sencillo.