Cuando te planteas pedir financiación bancaria, la información y la documentación son aspectos muy importantes. Con ello, tanto tú como la entidad podéis aclarar si es viable la operación y será más sencillo fijar las condiciones. Una de las instituciones que facilitan el camino es la CIRBE.
¿Qué es la CIRBE?
CIRBE son las siglas de Central de Información de Riesgos del Banco de España. Es un servicio de registro y comunicación que recaba datos sobre riesgo de crédito, tanto de los riesgos directos que puedan ocasionarse por las deudas (préstamos personales o hipotecarios, por ejemplo) como de otros indirectos ligados a avales y otras garantías.
¿Para qué sirve la CIRBE?
Las funciones de la CIRBE son:
- Permitir que las autoridades realicen la supervisión prudencial de las entidades de crédito. Para ello, necesitan información que oriente sobre cuál es la situación de los riesgos asumidos.
- Facilitar que esas entidades puedan desarrollar su actividad. Gracias a ello, es posible valorar en qué medida es probable que una operación de crédito se desarrolle según lo previsto.
- Ofrecer datos para que el Banco de España pueda realizar cualquiera de sus funciones.
¿Cómo funciona la CIRBE?
Los bancos y algunas otras entidades del sistema financiero deben remitir ciertos datos sobre las operaciones en las que asumen riesgos de sufrir pérdidas por impago. Con ellos, se elaboran varios tipos de informes
- Como cliente, puedes solicitar cuando quieras informes sobre tu información que aparece en la CIRBE. También tienes la opción de pedir que te indiquen qué entidades han solicitado informes sobre ti y con qué fecha y contenido.
- Cuando pides financiación o te ofreces para garantizar la deuda de otra persona, las entidades te podrán solicitar información. Con ella podrá valorar mejor la concesión. Si te da el sí, a partir de ahí recibirá un informe mensual sobre ti.
¿Qué aparece en la CIRBE?
La CIRBE guarda datos sobre los riesgos de entidades de crédito y otras entidades financieras. En cada operación debe identificarse:
- Cada uno de los intervinientes. Por ejemplo: si contratas una hipoteca y te avala un familiar, el banco debe informar de que figuráis ambos.
- Las características de las personas que intervienen.
- Las contingencias que asume la entidad, en particular el importe y las que afecten a la recuperabilidad del dinero que ha prestado.
- Si incumples tus obligaciones, también quedará reflejado. Además, si la entidad se ve obligada a anotar una provisión en sus cuentas por la posibilidad de no cobrar, también deberá constar.
En cuanto a los datos que reciben las entidades, la CIRBE solo facilita datos agregados . Por tanto, no dirá cuánto debes a cada banco, sino que informará sobre los diferentes tipos de riesgos que hayas asumido con cualquier entidad del sistema. De cualquier forma, por debajo de un límite (que en operaciones posteriores a 2021 es de 1 000 euros), la CIRBE no incluye una determinada operación.
¿En qué me afecta la CIRBE como cliente de un banco?
Los datos que da la CIRBE facilitan que el banco valore los riesgos, lo que te beneficia en varios aspectos:
- Hace más sencillo que te den el sí a la financiación cuando realmente es viable.
- Disminuye los costes bancarios relacionados con el movimiento de la información. De este modo, algunos gastos no serán necesarios y las comisiones serán menores.
- También puede facilitar que las personas con un perfil de menor riesgo obtengan alternativas de financiación en las que se paguen menos intereses.
¿Puede acceder a mis datos en la CIRBE cualquier banco?
No, solo aquellos con los que mantienes o has solicitado una operación que implique un riesgo para ellos. Es el caso cuando debes dinero a una entidad o te has ofrecido para garantizar la operación de un tercero.
¿Qué pasa si estoy en la CIRBE?
Desde ese momento, tendrás ciertos derechos:
- Puedes solicitar a la CIRBE que te informe de los datos que la entidad ha declarado sobre ti.
- Si consideras que los datos de la CIRBE son incorrectos, tienes la posibilidad de pedir que se rectifiquen o cancelen.
La CIRBE es una pieza importante en la tramitación de las solicitudes de información y en el seguimiento de los riesgos. Comprender cómo funciona te ayudará a tomar mejores decisiones financieras.