Hazle unfollow al phishing
Las redes sociales nos permiten ponernos al día y contactar con gente conocida… y no tan conocida. Por eso, debemos estar siempre alerta para evitar caer en la trampa del fraude online. Uno de los más comunes en redes sociales es el phishing. . ¿Sabes cómo protegerte? Te lo contamos.
Ponle cara al enemigo: ¿qué es el phishing?
El término phishing viene de la voz inglesa fishing, que significa pesca. En este caso, las redes son sociales y lo que se pesca no es pescado, sino incautos. Los delincuentes obtienen tus datos, especialmente contraseñas de redes sociales, lo que les deja la puerta abierta para conseguir más información confidencial o suplantar tu identidad.
Este secuestro de cuentas puede ser usado para publicar en tu nombre y hacer que tus conocidos o seguidores den sus datos o caigan en el timo.
Imagina que ves el post de un amigo que te invita a hacer clic en un link para participar en un concurso. Lo que podría ser una oportunidad para ganar una aspiradora, en realidad esconde un fraude. Por eso, es esencial cuestionar los comportamientos raros y, si ves algo sospechoso, evitar interactuar con esas publicaciones hasta que verifiques que son de buena fe.
¿Qué está en juego cuando caes en este fraude?
En algunos casos, los ciberdelincuentes solo quieren obtener publicidad o realizar alguna gamberrada viral con esos datos robados. Pero, por desgracia, las consecuencias pueden ser mucho más graves:
Los datos pueden usarse para acceder a tus cuentas bancarias, obtener información financiera confidencial o robar dinero mediante transferencias fraudulentas.
Pueden obtener información sobre tus posesiones (viviendas, muebles, objetos de valor, coches, etc.) para planificar un robo.
Los datos personales pueden ser usados para atentar contra tu intimidad o tu reputación, extorsionar a un tercero o para conseguir timar a una nueva víctima.
Además, todo tipo de datos sobre nuestros hábitos, circunstancias personales o relaciones pueden ser usados para facilitar delitos más graves (como agresiones, secuestros, asesinatos, agresiones sexuales, tráfico de personas, etc.)
¿Cómo me protejo?
La precaución debe empezar por las contraseñas: cámbialas con frecuencia, no utilices la misma en todas las redes y cuida que sean seguras.
Usa la identificación en varios pasos para tus cuentas (que incluyen las claves de un solo uso que te llegan por SMS o mail, las aplicaciones de autentificación o el reconocimiento facial y tu huella).
Mantén tus contraseñas y nombres de usuario en secreto y evita introducirlos en webs que parezcan sospechosas.
Ten cuidado al compartir datos sensibles. No todo son contraseñas; los ataques más peligrosos tienen como objetivo averiguar aspectos íntimos o secretos profesionales.
Cuidado con los perfiles falsos o con los que suplantan la identidad de un famoso, ya que pueden usarse para promocionar webs fraudulentas aprovechándose de su credibilidad. Reflexiona, cuestiona lo que te llega y verifícalo antes de actuar.
Cuidado con las notificaciones gancho. Por ejemplo, piensa dos veces si es posible que hayas ganado ese superpremio especial en un concurso en el que no has participado.
He visto un caso, ¿cómo lo denuncio?
Acude a las autoridades policiales especializadas en delitos informáticos y haz una denuncia lo más amplia posible. Ellos conocen la actividad de los grupos de ciberdelincuentes y pueden prevenirte de sus siguientes pasos para minimizar los daños.
Además, puedes ponerte en contacto con otras organizaciones, empresas y profesionales:
El Instituto Nacional de Ciberseguridad, que cuenta con un centro de respuestay coordina la información entre todas las partes afectadas en el teléfono 017 o por WhatsApp y Telegram.
Tu oficina municipal de información al consumidor, para informarte de las posibles reclamaciones que puedes hacer y comenzar a tramitarlas.
Tu entidad bancaria, cuando se hayan visto afectadas tus cuentas o tarjetas, para evitar que sigan haciendo uso de las mismas.
La propia red social, para poder rescatar tu cuenta y eliminar las publicaciones que los ciberdelincuentes hayan realizado en ella.
Con relación a esta última, también puedes usar los mecanismos propios de cada red social para alertar sobre un caso de phishing: por ejemplo, Twitter te permite denunciar un tuit y marcarlo como sospechoso/spam o puedes reportar un perfil de Facebook que te haya suplantado con solo unos clics.
Aunque tengamos mecanismos para denunciarlo, la prevención es la mejor medida ante el phishing en redes sociales. Una vez ha tenido lugar el fraude, lo mejor es una respuesta rápida, amplia y bien concertada.
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